Con la llegada del otoño vuelve la paz y la quietud, con 89.6 días de duración, nos avisa que se acerca el invierno y debemos prepararnos para recibirle en las mejores condiciones posibles, las fuerzas de la oscuridad y de la luz se encuentran en igualdad, a partir de éste instante, la oscuridad ira ganando terreno hasta alcanzar su punto álgido en (Solsticio de Invierno), y debemos tomar alimentos de alta concentración energética: semillas, legumbres, frutos secos… y picantes como el ajo, clavo, pimienta… para que nos ayuden a conservar el calor interno.
Todo empieza a calmarse. ¡algunos sienten demaseada tristeza en su ánimo! Después de las actividades al aire libre, de la luz brillante del verano, de la energía desplazada hacia el exterior, el Otoño nos trae la luz blanca del oeste y nos invita a caminar de retorno hacia adentro, preparándonos para la etapa mas interna del ciclo anual.
La naturaleza se despoja de sus vestidos externos y centra sus energías en las pulsiones internas: las hojas caen, se podan o (se desmochan) los fresnos del soto bosque, ya se han recogido los frutos de la tierra (manzanas, uvas, patatas, cereales), crecen las raíces hacia adentro (nabos etc), y se prepara la tierra, con el fin de proceder a la siembra de cereales.
En los arroyos y los ríos comienzan a crecer sus cauces fluviales, con la llegada de las lluvias Otoñales.
Así, nosotros debemos, como éste ciclo natural nos indica sabiamente, a tomar lo que la vida nos ha traído, aceptar sus enseñanzas y deshacernos de lo superfluo.
Disfrutemos con las energías propias de cada estación y del Otoño, con especial melancolía.
Todo empieza a calmarse. ¡algunos sienten demaseada tristeza en su ánimo! Después de las actividades al aire libre, de la luz brillante del verano, de la energía desplazada hacia el exterior, el Otoño nos trae la luz blanca del oeste y nos invita a caminar de retorno hacia adentro, preparándonos para la etapa mas interna del ciclo anual.
La naturaleza se despoja de sus vestidos externos y centra sus energías en las pulsiones internas: las hojas caen, se podan o (se desmochan) los fresnos del soto bosque, ya se han recogido los frutos de la tierra (manzanas, uvas, patatas, cereales), crecen las raíces hacia adentro (nabos etc), y se prepara la tierra, con el fin de proceder a la siembra de cereales.
En los arroyos y los ríos comienzan a crecer sus cauces fluviales, con la llegada de las lluvias Otoñales.
Así, nosotros debemos, como éste ciclo natural nos indica sabiamente, a tomar lo que la vida nos ha traído, aceptar sus enseñanzas y deshacernos de lo superfluo.
Disfrutemos con las energías propias de cada estación y del Otoño, con especial melancolía.
